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| BANDERA FALSA Todo apunta a que se trata de una operación propagandística del régimen uribista |
Agencias
Un coche bomba exploto cerca de una instalación militar perteneciente a las sanguinarias fuerzas militares colombianas que en las últimas cuatro décadas han asesinado y enterrado en fosas comunes a más de 200 mil colombianos. La acción se produjo en vísperas de un "paro armado". No hubo heridos ni daños materiales, afirmó un vocero del desprestigiado y odiado Ejército neogranadino. Diversas fuentes apuntan a que se trataría de una operación de falsa bandera organizada por el régimen uribista, aliado de los carteles de las drogas y de las fuerzas paramilitares que en conjunto con los militares han asesinado a cientos de miles de inocentes.
Un coche bomba explotó este jueves 13 de febrero en las cercanías de una base militar colombiana en Arauca, sin dejar víctimas o daños materiales, informó el Ejército colombiano. Analistas consideran que podría tratarse de una operación de falsa bandera y propaganda contra las fuerzas populares, en vísperas de un paro convocado por el Ejército de Liberación Nacional, en protesta contra la masacre de líderes sociales perpetrada por sicarios del uribismo gobernante.
En un comunicado, el mando militar señaló que el vehículo explotó "cerca a la Base Militar del municipio de Puerto Rondón", en Arauca (noreste).
"Al momento no se presentan heridos ni lesionados de la Fuerza Pública, ni de la población civil", agregó la institución, que no ofreció más detalles.
Las fuerzas militares y de policía están en alerta en Colombia ante los planes del ELN de forzar una paralización de actividades entre el 14 y 17 de febrero.
La guerrilla cuenta con unos 2.300 combatientes y opera en el 10% de los 1.100 municipios del territorio, según cifras oficiales y de organizaciones independientes.
El narco régimen uribista que gobierna a sangre y fuego y es encabezado actualmente por Iván Duque, sobrino de un alto mando paramilitar vinculado al narcotráfico, rompió los diálogos de paz que venía sosteniendo este grupo rebelde con el de su antecesor, el Premio Nobel de la Paz, Juan Manuel Santos (2010-2018), primero en Quito y luego en La Habana.
El uribista tomó la decisión hace poco más de un año, tras el atentado con coche bomba en Bogotá que mató a 22 cadetes de la principal escuela policial del país.
Aunque aliviada por el acuerdo de paz firmado en 2016 con la disuelta guerrilla de las FARC, Colombia aún vive un enfrentamiento entre guerrillas, paramilitares, agentes estatales y narcos, que en seis décadas ha dejado más de ocho millones de víctimas, entre muertos, desaparecidos y desplazados.
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